¿Que qué es lo que quiero? Quiero levantarme por las mañanas y
ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que
te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me
abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, quiero tenerte
cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no
llegues tarde, que no salgas únicamente para verme a mí, que no dejes de lado a
tus amigos por mí, que vivas cada día como si fuese el primero, que me digas te
quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño.
Mis pequeñines
domingo, 25 de noviembre de 2012
Protagonista.
Sí, tú, el que ha buscado un hueco para refugiarse en
unas simples palabras, decirte que nunca abandones. A pesar de todo lo que te
han dicho, de lo que te hayan dicho; lo que hayas pensado o te hayan hecho pensar,
nunca debes renunciar a tus sueños, y menos el de ser feliz. ¿Por qué? Porque
no merece la pena hundirse, ni estar de capa caída, ni odiase a sí mismo, ni
siquiera desaparecer. No, NUNCA renuncies a tu vida. ¿Oíste? Te repito, NUNCA.
No des esa satisfacción a tus enemigos ni el disgusto a los tuyos.
No te voy a mentir, quizás no seas de sangre real,
incluso no quieras ser la princesa o el príncipe de alguien, pero, ¿sabes qué?
Que igualmente, mereces la pena. ¿Por qué? Porque casi todos lo merecemos seamos
ricos o pobres, jóvenes o entrados en años, altos o bajos, blancos o negros.
Por tanto, al merecer la pena, no te rindas, aunque cueste, no lo hagas. Lucha,
rodéate de los tuyos y que te duren, pero si alguno tiene que irse, despídete
con un Hasta luego, nunca con un adiós; mantén lejos a tus enemigos, cerca a
los tuyos y, lo más importante, intenta buscar tu propia felicidad.
¿Por qué? Porque TÚ y solamente TÚ eres el dueño de tu
increíble y única vida, y nadie debe ponerte trabas en tu camino.
Fuerte.
Mírame, que fuerte soy. Me resbala si follas o fallas.
Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los domingos o si vas hablando
mal por ahí de mí. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o
si te sigue sobrando de ahí abajo. No me han quedado cicatrices de la ostia que
nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones que recordar. Ahora soy
invencible, imperfecta, sincera y rápida. Vuelvo a las andadas, que maravilla. La
ostia, quien me lo diría.
lunes, 5 de noviembre de 2012
Prado.
Levántate a las siete de la mañana, desayuna, vístete, coge tu mochila y sal a la calle con un frío que te deja la circulación helada. Ponte tus cascos con la música a todo volumen , que esa canción que suena de tu reproducción aleatoria te anime y marchas camino al instituto. Llegas a tu clase y ves a tus compañeros, algunos pidiéndote ayuda y tú acudes a ellos con una sonrisa en la cara. Terminas las clases y vas camino a casa, pensando en si hoy te quedarás aburrida, ausente y mirando por la ventana de tu cuarto, apagándote poco a poco, o salir a la calle con tus amigos a intentarte relajar y divertirte un rato. Sigues dándole vueltas a la situación cuando, al abrir la puerta, ves a esa persona especial para tí, esperando en mitad del salón, sólo para tí, con la sonrisa que le caracteriza colgando en su carita. Tus padres te dejan marchar con él/ella y bajáis al portal, donde divisas una moto preciosa que raramente pasarías por alto enfrente de tu puerta. Te tiende un casco, donde tiene tu nombre grabado. Se te ilumina la cara, montáis en la moto y os vais lejos. Lejos de problemas, de ataduras, de malos pensamientos, de depresiones y demás cosas que te asfixian en tu día a día. Paráis en un prado alejado de la civilizació, donde se encuentran a los límites del prado robles y demás árboles frondosos. Divisas enmedio de aquel espectacular paraíso un mantel con una cesta y encima de ésta, una carta para tí. Te dice que le leas, donde pone que eres lo mejor de su vida, que no le gusta verte triste y que siempre va a estar a tu lado, a pesar de cualquier circunstancia, siendo tu bastón de apoyo en los momentos más difíciles de tu camino. Terminas de leerlo, parpadeando para que unas lágrimas no broten de tus ojos, y él/ella te dice: "Te quiero", fundiéndoos al instante en un largo, intenso y delicado beso.
viernes, 2 de noviembre de 2012
Porque donde hay miedo o duda, el cómo eres no sale a la luz.
Y cerrarme por dentro porque tengo miedo a que la gente descubra tal y como soy, para ponerme a caldo y no poder ser yo misma. Que no pueda sonreír por miedo a que me digan que es una sonrisa fea, que me abracen y devuelva el abrazo, y digan que soy una fresca... ¿No os ha pasado eso? ¿No os ha jodido? Yo tengo miedo a volver a pasar por eso.
Porque donde hay miedo o duda, el cómo eres no sale a la luz.
Porque donde hay miedo o duda, el cómo eres no sale a la luz.
jueves, 1 de noviembre de 2012
Apadrina un blog.
Buenos pequeños míos! Os quería informas que estoy en el Proyecto Apadrina un blog y yo apadriné a http://drink-to.blogspot.com.es/ para ayudarla en los enlaces y darle vidilla el blog, que lo que escribe está muy bien. Para más interés, contactad conmigo y os paso el evento del proyecto. Beesis.
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