Lágrimas.

Esas gotas de agua que hay dentro de tu cuerpo que expresan varios sentimientos, variando entre la felicidad y la rabia; la impotencia y el amor...
Lloras cuando te caes y te haces daño; lloras al recibir una grata noticia, o cuando muere un ser querido. Lloras al perder algo valioso, cuando alguien que te importa te decepciona, cuando te hacen daño. Lloras cuando te emocionas o cuando no puedes más porque estás hundida. Lloras por no arrancarle la cabeza a esa persona que te quitó parte de tu esencia; lloras al notar en tu vientre esa personita que va a ser una parte más de tu vida; al darle un último beso antes de iros a casa. Lloras al rememorar todos los recuerdos que agolpan en tu cabeza, o al leer esa carta que tanto te gusta. Lloras al escuchar esa canción que hace recordar ese lugar, lloras cuando te golpean; lloras cuando discutes o lloras cuando quieres mandar todo a la mierda. Lloras al vivir ese libro; lloras cuando ves a tus padres discutir. Lloras al ver que los moratones de tu cuerpo van en aumento; cuando tu alrededor no te aceptas y no te sientes bien con tu cuerpo, tu mente, tu persona. Lloras después de pasar un día con esa persona y no poder decirle que quieres robar un beso de sus labios; lloras cuando estás cansado de todo. Lloras cuando te frustras, lloras por algo que pusiste todo tu empeño y todo tu esfuerzo y observas cómo nadie lo valora, cómo se va por el retrete.
Las lágrimas son muestra de que tenemos sentimientos; son las capullas que delatan qué sentimos y muchas veces... Haces que se limpien nuestros ojos para ver todo en otra perspectiva.