Mis pequeñines

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Te fuiste, sin más.

Feillo...
Todavía no me lo creo. Te has ido así, sin más. Sin despedirte, sin contar con nosotros. Conmigo.
No sé por qué te escribo esto. Sé que no volverás a estar en línea, sé que no volveré a llevarme una sorpresa cada vez que te vea en la calle, no podré ver las lindas fotos que subas en las redes sociales.
No volveré a ver tu sonrisa.
Feillo, debo decírtelo: eres un egoísta. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no contaste con nosotros, o conmigo? Cariño, el verte por la calle y darte un jodido abrazo me alegraba la tarde, incluso toda una semana. Pero de repente, sin más. Pum. Desapareces. En el momento que me lo dicen no me lo creo. Debe ser una broma, te vi hacía poco.
Y ojalá fuese mentira. Te fuiste Feillo, te fuiste y no dijiste nada.
No sé que se te pasó por la cabeza, pero creo que no sopesaste el daño que hiciste. Media Ciudad nuestra ha lamentado tu tren de ida sin regreso. Tú, que a todos nos sonreías, nos cuidabas, y nosotros te queríamos... Y seguimos queriéndote.
A pesar de que los días pasan, me paso las noches viendo tus fotos. Eras guapísimo... Y para mí, estés o no a mi lado, seguirás siéndolo. Eras el alma de las fiestas... Y aún, todas las noches, me duermo con el móvil y en la pantalla una foto tuya...
Eras tú. Y eso es lo que importa.
Quiero decirte, que, aunque te hayas ido, nosotros te tenemos presente. Cada persona que te conocíamos, te tenemos guardado en un trocito de nuestro corazón. Porque eres tú. Y no hay más.
Allá donde estés, Feillo, seguiré creyendo que te volveré a ver, algún día, en algún lugar, y que estas lágrimas que salen de mis ojos de añoro y tristeza, ese día serán de felicidad y alegría.
Porque te quiero.
Sé que no lo leerás, pero quería decirte de que te extrañaré mucho y que, siempre, te tendré a mi lado.
Te quiero Feillo.


Nuria.



PD: Feillo sustituye su nombre real, pero, por respeto, le apodo así, como le he llamado siempre...

domingo, 22 de septiembre de 2013

Siempre.

Siempre quedarán las ganas de reír.
Siempre quedarán las tardes con los colegas, y siempre habrá tardes solitarias.
Siempre habrá palabras que hagan daño o palabras que te eleven hasta el séptimo cielo.
Siempre habrá ganas de fiesta en una noche veraniega, o las ganas de quedarte en casa con un tazón de chocolate caliente en una tarde fría de invierno.
Siempre habrá momentos en el que desearás desaparecer.
Siempre habrá tentaciones a lo largo de la vida.
Siempre habrá tiempo aprovechado y tiempo desperdiciado.
Siempre habrá alguien que te escuche, que te quiera; alguien que te critique, y que te quiere fuera de su vida.
Siempre habrá ocasiones que explotes de rabia, o de felicidad.
Siempre habrá brindis por la felicidad mutua.
Siempre habrá situaciones en el que quieres echar todo a perder porque has perdido toda esperanza.
Pero siempre habrá momentos en el que algo o alguien te dé lo perdido y quieras recuperarlo.
Siempre habrá errores que no lo pueden borrar ni el tipex.
Pero... A pesar de todo...

Siempre quedarán las ganas de vivir.